AFECTOS Y VALORES FAMILIARES
Las relaciones que se establecen con la familia nos permiten a aprender a expresar y compartir sentimientos de cariño y afecto, lo cual se refleja en la convivencia con nuestros amigos, familia y con otras personas en la vida adulta.
Objetivo: Fomentar la importancia de expresar afecto y/o otros sentimientos a nuestros seres cercanos de tal manera que podamos vivir en armonía.
Dentro de la dinámica familiar y desde muy pequeños debemos tener y recibir una excelente comunicación con autoridad, afecto verbal y no verbal estableciendo unas normas y unos límites, todo esto con amor, educación en valores para generar una paz mental en la adultez de nuestros hijos
Podemos educar a nuestros hijos en la primera infancia desde el ejemplo siendo coherentes en nuestros principios, en nuestro comportamiento, actuando con generosidad, alegría, respeto, justicia, responsabilidad, lealtad y autoestima, ya que en la actualidad se ha entrado a relativizar los valores según la cultura, según la creencia y según la misma globalización para evitar en el futuro unos adultos inmaduros, inestables, inseguros y dependientes.
El ser humano en muchas ocasiones no manifiesta sus sentimientos por temor al "qué dirán", por inseguridades fundadas en la niñez generando así en su interior complejos, frustraciones y problemas de autoestima.
Los sentimientos son el producto de un conjunto de emociones según el estado de ánimo de la persona, pueden ser muy complejos como el amor cuya manifestación puede darse física y psicológicamente; en lo fïsico se acelera el corazón, se siente un vacío en el estómago, hay sudoración, sube la tensión hormonal; psicológico porque hay escasa concentración, una alegría, sensación de bienestar, seguridad y sensación de protección.
Las emociones son reacciones que se manifiestan a partir de expresiones o estímulos físicos y psicológicos, actitudes, gestos, hechos y son momentáneos como el miedo, el temor, la palpitación.
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